lunes, 26 de julio de 2010

Origen de la Banca.-

Desde la antigüedad, y más aun en sistemas económicos sumamente primitivos el trueque era el más apropiado. Los metales más acuñados eran apreciados para propósitos religiosos y de ornamentación, así como por su durabilidad y alto valor para usos monetarios y no monetarios. Los lingotes (barras de oro o plata no acuñadas), no obstante, presentan serias desventajas como medio de pago. Los pesos y aparatos de prueba para garantizar la calidad no siempre estaban disponibles en el sitio de intercambio y la adulteración del peso y la calidad introdujeron un costo implícito de transacción.

Sin embargo la acuñación de monedas representaba una solución para los problemas que significaba utilizar los lingotes como dinero (este hecho también marco el ingreso del gobierno en asuntos monetarios y este papel ha continuado para bien o para mal). El sello real era impreso sobre un trozo de metal certificaba un determinado peso o pureza del metal.

Aunque la acuñación representaba un avance importante en el desarrollo del dinero, continuaban registrándose algunas desventajas.

Entre las de mayor importancia estaban:

· La posibilidad de que el dinero fuera robado durante su transporte o almacenamiento.

· Costos de transporte

· La ausencia de un retorno en la forma de intereses sobre las monedas

En buena parte, como resultado del peligro de robo, nació la practica de colocar lingotes preciosos y monedas en custodia de los orfebres. Puestos que estos estaban acostumbrados a trabajar con metales preciosos, habían establecido, por necesidad el medio para protegerlos. Esto le daba el derecho natural de recibir y guardar las monedas de oro y plata para los precavidos dueños. Los dueños que se constituyeron en los primeros depositantes en la historia de la banca, sin duda, esperaban que los custodios de sus riquezas monetarias la conservaran intacta. A medida que esta práctica se hacia más necesaria, el orfebre empezó a cobrar comisiones.

La siguiente etapa en el desarrollo de la banca consistió en el descubrimiento que hicieron los orfebres de lo innecesario que era mantener en sus bóvedas todas las monedas depositadas. En la medida en que los depositantes tuvieran la confianza de que podrían convertir en especie sus recibos de depósitos, se sentirían satisfechos de hacer pagos con los recibos y dejar el oro y la plata en depósito.

Los orfebres expedían recibos de depósito por un valor superior al que tenían las monedas de metal precioso que estaban en custodia. De esta forma, el valor del dinero o reserva que los orfebres tenían a su alcance para afrontar los retiros en monedas de oro y plata representaban solamente una fracción del valor total de los recibos de depósitos expedidos por ellos. Nació entonces el concepto de BANCA DE RESERVA FRACCIONARIA; los orfebres dejaron de ser simples custodios de especies para convertirse en banqueros.

La clase financiera estaba surgiendo, un nuevo grupo social que comerciaría no con bienes sino con “el bien” más preciado del mundo del comercio, “el dinero”, pero no su dinero, sino el dinero de otro, del depositante, cobrando comisiones por dejar que otro use ese dinero por un tiempo determinado y pagando retribuciones a quien dejó que usaran sus recursos.

No en vano se les llama intermediarios financieros, haciendo únicamente conexiones entre quienes tienen el dinero y quienes lo necesitan, el depósito bancario cambio entonces de significancia.

A lo largo de la historia muchos se han lucrado al grado de hacer grandes capitales con esta práctica, convirtiéndose quizá en el sector más importante del comercio, industria, agro, etc. Por otro lado, otras filosofías, como las socialistas, los han calificado como parasitarios del sistema. Quiérase o no, la clase financiera en nuestro medio ha marcado el rumbo de la vida de casi todas las sociedades modernas, convirtiendo, transformando, y decidiendo realidades desde el producto interno de un estado hasta el valor de la canasta básica, ¿no creen que resulta importante por tanto conocer más de este sector?, de sus reglas, de su actuar, y sin embargo, viviendo en un mundo completamente financiero, en una sociedad donde la banca es el sector que fija las reglas del juego, no es curioso que no recibimos educación financiera como formación básica. Bien decían ya en la antigüedad que “El conocimiento es poder”, y se nos ha alejado bastante de conocer las reglas, normas, y técnicas de esta cara de la sociedad, quizá si todos supiéramos sobre finanzas nuestras realidades serían distintas, quizá no hubiera tanto endeudamiento, quizá reclamaríamos derechos, quizá… quizá…